JESÚS, LA VID VERDADERA PARTE 2 "Los Falsos Pámpanos"

INTRODUCCIÓN

La semana pasada iniciamos la serie: “Jesús, la Vid Verdadera” Parte 1

Aprendimos que hay 7 “Yo Soy” en el Evangelio de Juan. El últimos es :

Juan 15.1 “Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el labrador.”

Es el primer YO SOY, que sale junto al Padre.

Hoy continuamos con el versículo 2:

Juan 15.2 “Todo pámpano que en mí no lleva fruto, lo quitará; y todo aquel que lleva fruto, lo limpiará, para que lleve más fruto.”

DESARROLLO

EL TRABAJO DEL LABRADOR

Juan 15.2 “Todo pámpano que en mí no lleva fruto, lo quitará; y todo aquel que lleva fruto, lo limpiará, para que lleve más fruto.”

Jesús no tenía un pizarrón o cartelones para facilitar sus enseñanzas a los discípulos. No obstante, les abría la puerta del intelecto a través de ilustraciones simples y familiares. La parábola de “La vid y los pámpanos” es una de sus clásicas.

Juan 15.1 “Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el labrador.”

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“La verdadera”

A. No es una religión.

B. No son los líderes.

Es una persona, el GRAN YO SOY

Según Jesús, cada PÁMPANO, CADA RAMA ES (cada creyente) son parte de la Vid.

En el punto número 1 vemos que el El Padre,Elohim, es el labrador de esta ilustración. Su trabajo es claro, es quemar las ramas que no PERMANECEN (PALABRA CLAVE).

Juan 15.2 “Todo pámpano que en mí no lleva fruto, lo quitará; y todo aquel que lleva fruto, lo limpiará, para que lleve más fruto.”

Juan 15.6 “El que en mí no permanece, será echado fuera como pámpano, y se secará; y los recogen, y los echan en el fuego, y arden.”

La Vid existe, y muchas personas se acercan a la Vid por muchas razones pero no las correctas. En los tiempos de Jesús, multitudes venían por panes y peces, pero no eran parte de la Vid. Por eso Pablo lanza esta pregunta a su iglesia de los Corintios:

2 Corintios 13:5 “Examinaos a vosotros mismos si estáis en la fe; probaos a vosotros mismos. ¿O no os conocéis a vosotros mismos, que Jesucristo está en vosotros”

Juan 15.2 “Todo pámpano que en mí no lleva fruto, lo quitará; y todo aquel que lleva fruto, lo limpiará, para que lleve más fruto.”

¿Puede venir a tu mente personas que profesaron estar en la vid, pero hoy son ramas secas? No se les ve frutos de Dios, sino frutos del Enemigo: odio, rencor, venganza, sus lenguas son encendidas por el mismo infierno:

Santiago 3.6 “Y la lengua es un fuego, un mundo de maldad. La lengua está puesta entre nuestros miembros, y contamina todo el cuerpo, e inflama la rueda de la creación, y ella misma es inflamada por el infierno.”

El Labrador, que es el Padre, va a hacer la quema de las ramas que no permanecen.

ILUSTRACIÓN. Las lámparas dan luz, pero no es luz verdadera, es artificial. Algún día esa luz falsa dejará de dar luz artificial. En cambio, la luz del sol, nunca va a dejar de dar luz, pues es la luz que Dios produce.

Juan 15.2 “Todo pámpano que en mí no lleva fruto, lo quitará; y todo aquel que lleva fruto, lo limpiará, para que lleve más fruto.”

Estos pámpanos, llegan a la iglesia, se creen parte de la vid, pero luego de un tiempo, su destino es muy diferente. Se reconocen que no son de la Vid, porque, como dice el texto, no lleva fruto. El labrador, el Padre, tarde o temprano cortará las ramas secas, se visten como ramas, se visten como cristiano, como cristiana, pero esa hermosura domingo, pronto se marchitan. Deben ser podadas de la Vid porque van a perjudicar la salud de la vid.

En el versículo 6:

Juan 15.6 “El que en mí no permanece, será echado fuera como pámpano, y se secará; y los recogen, y los echan en el fuego, y arden.”

En la analogía del Señor, el labrador (el Padre) desprende las ramas falsas y no regeneradas de su unión superficial a la vid y las echa fuera.

Aquí la referencia no es a verdaderos cristianos que pierden la salvación, como algunos imaginan, ni a los cristianos auténticos pero que no dan fruto (una imposibilidad, como hemos visto). El hecho de que estas ramas no den fruto indica que son discípulos falsos e incrédulos pues, como dijimos con anterioridad, todos los cristianos verdaderos dan fruto. Más aún, Jesús prometió que Él no arrojaría a ningún discípulo verdadero:

Juan 6:37 “Todo lo que el Padre me da, vendrá a mí; y al que a mí viene, no le echo fuera”

Interesante:

Juan 15.2 “Todo pámpano que en mí no lleva fruto, lo quitará; y todo aquel que lleva fruto, lo limpiará, para que lleve más fruto.”

La frase en mí no tiene la connotación de la unión de los creyentes con Cristo; tan solo describe a quienes se adhieren externamente a Él:

En la Parábola del Sembrador:

Mateo 13.20-22 “Y el que fue sembrado en pedregales, éste es el que oye la palabra, y al momento la recibe con gozo; pero no tiene raíz en sí, sino que es de corta duración, pues al venir la aflicción o la persecución por causa de la palabra, luego tropieza. El que fue sembrado entre espinos, éste es el que oye la palabra, pero el afán de este siglo y el engaño de las riquezas ahogan la palabra, y se hace infructuosa.”

1 Juan 2.19 “Salieron de nosotros, pero no eran de nosotros; porque si hubiesen sido de nosotros, habrían permanecido con nosotros; pero salieron para que se manifestase que no todos son de nosotros.”

¿Qué quiero decir con esto?

Tales personas estarán siempre presentes con la Iglesia verdadera. El Nuevo Testamento las describe como cizaña en medio del trigo:

Mateo 13.25-30 “pero mientras dormían los hombres, vino su enemigo y sembró cizaña entre el trigo, y se fue.Y cuando salió la hierba y dio fruto, entonces apareció también la cizaña.Vinieron entonces los siervos del padre de familia y le dijeron: Señor, ¿no sembraste buena semilla en tu campo? ¿De dónde, pues, tiene cizaña?El les dijo: Un enemigo ha hecho esto. Y los siervos le dijeron: ¿Quieres, pues, que vayamos y la arranquemos?El les dijo: No, no sea que al arrancar la cizaña, arranquéis también con ella el trigo.Dejad crecer juntamente lo uno y lo otro hasta la siega; y al tiempo de la siega yo diré a los segadores: Recoged primero la cizaña, y atadla en manojos para quemarla; pero recoged el trigo en mi granero.”

Son malos pescados que deben echarse fuera:

Mateo 13.48 “y una vez llena, la sacan a la orilla; y sentados, recogen lo bueno en cestas, y lo malo echan fuera.”

Cabras condenadas al castigo eterno:

Mateo 25.33 “Y pondrá las ovejas a su derecha, y los cabritos a su izquierda.”

Estos pámpanos serán los que se quedan fuera cuando el padre de familia cierra la puerta:

Lucas 13.25-27 “Después que el padre de familia se haya levantado y cerrado la puerta, y estando fuera empecéis a llamar a la puerta, diciendo: Señor, Señor, ábrenos, él respondiendo os dirá: No sé de dónde sois. Entonces comenzaréis a decir: Delante de ti hemos comido y bebido, y en nuestras plazas enseñaste. Pero os dirá: Os digo que no sé de dónde sois; apartaos de mí todos vosotros, hacedores de maldad.”

las vírgenes insensatas a quienes expulsan de la fiesta de bodas:

Mateo 25. 11-12 “¡Señor, señor, ábrenos! Mas él, respondiendo, dijo: De cierto os digo, que no os conozco.”

Pámpanos apóstatas que a la larga dejan la comunidad de los creyentes:

1 Juan 2.19 “Salieron de nosotros, pero no eran de nosotros; porque si hubiesen sido de nosotros, habrían permanecido con nosotros; pero salieron para que se manifestase que no todos son de nosotros.”

Pámpanos que manifiestan un corazón malo e incrédulo al abandonar al Dios vivo:

Hebreos 3.12 “Mirad, hermanos, que no haya en ninguno de vosotros corazón malo de incredulidad para apartarse del Dios vivo;”

Pámpanos quienes continúan pecando voluntariamente después de recibir el conocimiento de la verdad:

Hebreos 10.26 “Porque si pecáremos voluntariamente después de haber recibido el conocimiento de la verdad, ya no queda más sacrificio por los pecados,”

Pámpanos que caen de la verdad a la destrucción eterna:

Hebreos 10.39 “Pero nosotros no somos de los que retroceden para perdición, sino de los que tienen fe para preservación del alma.”

Pámpanos, que aunque ellos crean estar de camino al cielo, en realidad están en el camino ancho que lleva al infierno:

Mateo 7.13-14 “Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella; porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan.”

EXAMPLE LA PAREJA QUE QUERÍA QUE LOS CASARA PERO LA MUJER CUBRIÓ QUE ERA DIVORCIADO.

Gálatas 6.7 “No os engañéis; Dios no puede ser burlado”

Lucas 8.17 “Porque nada hay oculto, que no haya de ser manifestado; ni escondido, que no haya de ser conocido, y de salir a luz.”

Isaías 54.17 “Ninguna arma forjada contra ti prosperará, y condenarás toda lengua que se levante contra ti en juicio. Esta es la herencia de los siervos de Jehová, y su salvación de mí vendrá, dijo Jehová.”

Los increíble es, que justo delante de ellos estaba el ejemplo supremo de una rama falsa: Judas Iscariote. Exteriormente no se distinguía de los otros once apóstoles; tanto era así que cuando al comienzo de la noche Jesús anunció la traición de uno de ellos:

Juan 13.21 “ De cierto, de cierto os digo, que uno de vosotros me va a entregar.”

Los otros discípulos:

Juan 13:22 “se miraban unos a otros, dudando de quién hablaba”

Al final tuvieron que pedirle que señalara al traidor. Pero Judas nunca había sido salvo.

El destino final que espera a las ramas falsas es que serán echadas fuera, en el fuego, y arderán, como lo indica Juan 15:6

Juan 15.6 “El que en mí no permanece, será echado fuera como pámpano, y se secará; y los recogen, y los echan en el fuego, y arden.”

En Mateo 13:49–50, Jesús advirtió:

Mateo 13.49-50 “Así será al fin del siglo: saldrán los ángeles, y apartarán a los malos de entre los justos,y los echarán en el horno de fuego; allí será el lloro y el crujir de dientes.”

Mateo 7.19 “Todo árbol que no da buen fruto, es cortado y echado en el fuego.”

Cuando protesten angustiados, pues reclamarán que fueron cristianos, miembros, que visitaron una iglesia, que llenaron una tarjeta de salvación, que se bautizaron, ofrendaron y dirán:

Mateo 7:22 “Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros?

Estos falsos pámpanos provocarán la perturbadora respuesta del Señor:

Mateo 7.23 “Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad”

!Siempre dieron frutos malos, auque el pastor solo podía ver los “buenos”!

La elección que enfrenta toda persona es clara. Permanecer en Cristo como un discípulo auténtico producirá el comportamiento justo y dará como resultado el gozo y la bendición eterna. Pero aquellos cuya profesión de fe es falsa, como Judas, no darán fruto y al final serán arrojados al tormento eterno del infierno. El pronunciamiento aleccionador del Señor sobre Judas se aplica a todos los discípulos falsos:

Mateo 26:24 “¡Ay de aquel hombre por quien el Hijo del Hombre es entregado! Bueno le fuera a ese hombre no haber nacido”

En palabras de Pedro:

2 Pedro 2.20 “Ciertamente, si habiéndose ellos escapado de las contaminaciones del mundo, por el conocimiento del Señor y Salvador Jesucristo, enredándose otra vez en ellas son vencidos, su postrer estado viene a ser peor que el primero.”

Sin lugar a dudas, los falsos PÁMPANOS de la época de Pedro eran individuos externamente religiosos. Habían profesado fe en Jesucristo y tal vez convencían a otros de que sabían mucho más acerca de Él de lo que en realidad era cierto. De otro modo no habrían podido infiltrarse de forma tan eficaz en la iglesia.

En la búsqueda de la religión, específicamente el cristianismo, ciertamente ellos escaparon de las contaminaciones del mundo. Contaminaciones, o “veneno volátil”. El sistema depravado del mundo produce, por así decirlo, vapores venenosos, males infecciosos y vicios morales en todas las formas imaginables. La humanidad perdida está muy contaminada por la inmoralidad y la vanidad del mundo, y algunos, como aquellos que se convierten en falsos PÁMPANOS, tratan de escapar a él. Lo hacen por el conocimiento del Señor y Salvador Jesucristo, hallando refugio temporal en la iglesia. Tal conocimiento constituye una acertada sensibilización acerca de Cristo, pero de ninguna manera un conocimiento salvador de Él:

Hebreos 6.4-6 “Porque es imposible que los que una vez fueron iluminados y gustaron del don celestial, y fueron hechos partícipes del Espíritu Santo, y asimismo gustaron de la buena palabra de Dios y los poderes del siglo venidero, y recayeron, sean otra vez renovados para arrepentimiento, crucificando de nuevo para sí mismos al Hijo de Dios y exponiéndole a vituperio.”

Por tanto, los esfuerzos de estas personas a la larga resultan en nada más que reforma moral temporal y superficial a través de religión, la religión del cristianismo bautista, vacío de fe y arrepentimiento verdaderos.

Es evidente que los falsos PÁMPANOS no están realmente en Cristo porque enredándose otra vez en las contaminaciones del mundo son vencidos. No son los vencedores de los que el apóstol Juan escribió en su primera epístola:

1 Juan 5.4-5 “Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe. ¿Quién es el que vence al mundo, sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios?”

Puesto que no hay verdadera salvación para ellos, ni han recibido gracia para vencer el poder del pecado, para andar en el Espíritu Santo, y para perseverar en la fe:

Filipenses 2.12 “Por tanto, amados míos, como siempre habéis obedecido...”

Se hunden de nuevo en la contaminación del mundo y rechazan por completo el evangelio de la salvación. Este postrer estado viene a ser muchísimo peor que el primero.

CONCLUSIÓN

Juan 15.2 “Todo pámpano que en mí no lleva fruto, lo quitará; y todo aquel que lleva fruto, lo limpiará, para que lleve más fruto.”

Jesús establece una diferencia entre dos tipos de poda:

(1) quitar, y (2) limpiar las ramas. Las ramas que llevan fruto se limpian a fin de promover el crecimiento. En otras palabras, a veces Dios debe disciplinarnos para fortalecer nuestro carácter y nuestra fe. Pero las ramas que no llevan fruto se quitan del tronco porque no solo son inútiles, sino que a menudo afectan el resto del árbol. Las personas que no llevan fruto para Dios o que intentan bloquear los esfuerzos de los que lo siguen, serán cortados de su poder vitalizador.